Una década de periodismo; Segunda etapa: El Ministerio del Tiempo
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¡Hola!
Ha llegado el momento de seguir navegando
por mis diez años de periodismo y hoy toca hacerlo entre 2015 y 2019; entre
estos cuatro años compaginé dos tipos de proyectos, pero hoy solo voy a
centrarme en uno de ellos: El Ministerio del Tiempo.
Si ya aprendí con Stacion Musical, con el
Ministerio me consolidé dentro de la industria del entretenimiento. Trabajaba
por mi cuenta, como siempre, pero esta vez se contaba conmigo, se me ofrecía
material, experiencias, etc. y toda la ayuda para seguir adelante con mi
carrera durante el tiempo en el que la ficción paraba.
Básicamente y resumiendo, era una cría de
veinte años trabajando en la serie con mayor repercusión mediática de la era
moderna de la televisión española. Eso me permitió asistir a mil eventos, conocer
a un montón de personas y aprender al lado de otros periodistas que querían
contar conmigo para sus medios digitales. De esto hablaremos la próxima vez,
porque si no esto se hace eterno.
Siempre digo que nunca me va a dar la
vida lo suficiente para agradecer a todo el equipo de la serie, tanto actores
como gente detrás de cámara o personal relacionado con la cadena y la
productora, el esfuerzo y los gestos que tuvieron conmigo. Sentir que formas
parte de un proyecto tan grande, que ha ganado premios, que es un éxito
nacional e internacional, como profesional joven te abre muchas puertas, o al
menos lo hizo en ese momento.
Aún llevo conmigo todos los consejos que
recibí de gente que ni tan siquiera tenía por qué hablar conmigo. De verdad, no
os llegaréis a creer lo don nadie que me sentía yo en ese momento de mi vida.
Nunca me he creído mucho, solo me gusta trabajar, con eso me basta. Por eso
todos los gestos que el reparto y el equipo tuvo conmigo, significaron el
mundo. Me arrepiento de no haber podido asistir a la grabación del capitulo al
que invitaron fans, me hubiera gustado saber de qué época me hubieran vestido o
si hubiera estado cerca de Francesca o Juan, porque dentro de mi historia, de
mi yo del Ministerio, ellos eran mi gente de referencia junto a Jaime Blanch.
Bueno, a Jaime Blanch le debería dedicar
un párrafo en exclusiva y eso que solo coincidimos y charlamos una vez. Es un
hombre educado, elegante, una persona que ha trabajado tanto y que tiene
muchísima más clase y educación que otros miembros del reparto que no saben ni
responder una pregunta.
Fueron unos años de montaña rusa, pasaron
muchas cosas en mi vida además de la serie de las que hablaré en la próxima
entrega —porque merecen un apartado propio—, pero de todas
aprendí algo. Mi carrera profesional y universitaria de esos años fue El
lazarillo de Tormes y ese, me temo, solo fue el inicio del descenso a los
infiernos.
Del Ministerio y su gente siempre tengo
recuerdos agradables, cosa que en la vida se agradece mucho, así que, supongo,
que el Ministerio fue una etapa incluso más bonita que la de Stacion. Imagino
que por eso nunca pensé que llegaría a la etapa de declive de la que hablaré
más adelante.
Hasta la semana que viene.
Marta
