Tengo el título
He dejado sudor, lágrimas y sangre en esto. Momentos bonitos y estresantes en el camino; he dejado atrás a todo tipo de personas, la mayoría buenas al contrario que en el colegio o instituto, y me fui de la ceremonia de graduación levantando a todos los presentes para aplaudir mi discurso.
Como dije entonces:
Yo escuché a profesores de mi instituto decir que por tener discapacidad yo
nunca entraría, y mucho menos me graduaría, de una carrera universitaria. Ya
está, simplemente por la discapacidad, en pleno siglo XXI. No solo lo he hecho,
sino que lo he conseguido mientras trabajaba como periodista en medios
digitales y proyectos culturales.
Terminar la carrera es el logro que más quiero celebrar y
agradecerme de toda mi vida.
Gracias por confiar, lo he conseguido. Sí, con discapacidad
incluida. Lo logramos.
Dije mucho más, pero ese viene siendo el resumen. Una ceremonia y un papel que aún no me creo que sea mío. Por eso, si queréis un consejo, luchad por vuestros objetivos, rodearos de gente correcta y pasad de aquellas personas que no aportan lo mismo que vosotros. ¿Duele? Sí, pero menos de lo que sufriréis si no cortáis por lo sano. Y, a gente así, que no da en sus relaciones, por no hacer falta no hace falta ni que les aviséis demasiadas veces: son así, no cambiarán. Quedaos con lo sano, podad la planta relacional y adelante, eso es madurar.
Un abrazo,
Marta