Tener un grupo de amigos sí es tan importante
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¡Hola a todos, he vuelto!
Cuando leáis esto lo más probable es que esté haciendo cualquier cosa con mi nuevo grupo de amigos, amigos de los de verdad, que se preocupan y te escuchan, te echan un cable lo mismo que te sacan unas risas y a los que ya consideras de la familia.
Nunca había tenido un grupo de gente para la que yo era solo la novia de un colega y, al final del primer día que me conocieron, ya era una parte del grupo. Esa gente que se preocupó por preguntarme acerca de mi discapacidad, de presentarme a sus novias -las que las tienen- para que pudiera empezar a conocerlas y, ojalá, terminando haciendo amigas sanas con las que poder salir a hacer cosas de chicas si nos apetece.
Es curioso como ha cambiado mi vida y, a pesar de que he perdido muchas personas que pensé que nunca me iban a fallar, he encontrado otras que de verdad sé que no van a faltarme nunca. Lógicamente con cierta gente hay que ir poco a poco porque cada quien es como es pero, aun así, sé que más pronto que tarde, me ganaré su confianza y podremos abrirnos cien por cien los unos con los otros.
¿Me enseñará una de las chicas a hacerme el pedazo de eyeliner que se hace? ¿Podré tener la confianza de vestir, actuar y usar lo que yo quiero? Lo veremos en próximos episodios, pero yo creo que sí. Sea como sea os lo contaré, ya sea aquí o a través de mis redes sociales.
El resumen es que estoy muy contenta e ilusionada, lo cual está muy bien.
Hasta la semana que viene.
Marta
