Rosas de madera, paseos entre libros, mi abuelo y todo lo demás
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Mañana se celebra mi segunda fiesta favorita del año; Sant Jordi o el día del libro, según de donde seáis -aunque yo hablaré de la tradición de Sant Jordi que es la que yo celebro y de como la he celebrado a lo largo de mi vida-.
Lo cierto es que me he criado rodeada de hombres y siempre me he llevado mucho mejor con ellos que con las mujeres. Además, ya se ocupó mi abuelo con la colaboración de mi padre de inculcarme el gusto por la lectura y esta tradición.
Mi abuelo me regalaba una rosa blanca cada año, cuando él murió esa tradición pasó a mi padre y tenía amigos que me llevaban a pasear entre libros y me regalaban rosas comestibles. Cuando ellos faltaron, yo misma me ocupé de regalarme una rosa por ellos. Curiosamente, todos los chicos importantes de mi vida fuera de mi familia no celebraban este día y en dos casos tuve que explicarles toda la movida.
Este será mi segundo Sant Jordi en pareja; sí, eso que la gente dijo que nunca tendría. Aun recuerdo lo divertido que fue el año pasado; con todo el caos de la pandemia fue el primer año que no fui a firmas de libro porque estoy leyendo poco últimamente y me había enterado poco o nada de la nueva organización. En lugar de eso descubrimos una parada de artesanía que vendía rosas de madera, mi chico me regaló una, comimos en Ca l’Estevet -un gran restaurante de Barcelona al que voy desde hace muchos años- y mi chico me regaló un bolso, algo que nunca relacionaría con Sant Jordi a priori, pero que ha sido un detalle muy útil en mi día a día desde entonces.
De este año solo sé que iremos a por la rosa de madera, a comer unas bravas y a pasear un poco, esperemos que el tiempo nos acompañe mínimamente. Luego sé que hay sorpresas que no sé cuando llegaran, ya os contaré, pero tengo muchas ganas de volver a ver mi ciudad llena de libros, rosas, autores y cultura.
Feliç Sant Jordi a todos
Un abrazo,
Marta
