La frustración de la inmediatez
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Hola a todos;
Hoy vengo a
hablaros de un fenómeno que estoy viviendo últimamente y que no sé como evitar
o corregir.
Como persona
que había ido de éxito en éxito profesional desde los diecisiete años, que hacía
demasiadas cosas y que todas salían bien, ahora me encuentro con un blog que
apenas logra —con suerte— llegar a las veinte visitas en un post. Yo había llegado
a tener cuentas con más de mil, dos mil y tres mil seguidores en Twitter, más
de cien oientes semanales en un directo y más de mil reproducciones semanales
de un programa de radio donde promocionaba nuevos talentos. Había gente en los
institutos escribiendo y hablando sobre mi proyecto como tareas escolares y me escribía
mucha gente que se hacia llamar “fan” a diario.
Esa cuenta se
borró, todo, por salud mental, y ahora, apenas hablo con gente en redes
sociales. El problema es que siento que si la gente de comunicación no está en
redes, los que sí lo están nos van a robar el trabajo. No siento que lo que
escribo sirva de nada —comercialmente hablando— y, ahora que me quedan pocos
meses de contrato de becaria— pienso en lo siguiente y me aterra volver a pasar
por varios meses de futuro incierto y sin nada que hacer.
Vale, estoy
escribiendo literatura, me gusta, pero tampoco siento que vaya a lograr nada
con eso más allá de mi propio pasar el tiempo.
Entonces mi
pregunta es ¿estoy haciendo algo mal? ¿A la gente que antes le gustaba ya no le
gusto? Tampoco tengo claro que la solución pase por reactivar Stacion Musical ¿o
sí?
Como veis soy
un montón de preguntas sin respuesta, sin nada claro, sin perspectiva. ¿Os ha
pasado alguna vez? ¿Alguien tiene consejos? ¿Cómo se consiguen seguidores sin
pagar? ¿Hay truco en esto de hacerse viral una década después?
No lo sé. Si
alguien quiere escribirme o yo averiguo algo, lo compartiré.
Hasta la
semana que viene.
Marta
