Reflexiones y educación mediática

Stacion Musical

Una década de periodismo; Primera etapa: Stacion Musical

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No fui
consciente de que este año se cumplía mi primera década como periodista en
activo hasta que el pasado 28 de diciembre subí un post sobre el noveno
aniversario de Stacion Musical a Instagram y mi amigo Richi me dijo “oye, que
el año que viene serán diez, deberíamos hacer algo ¿no?” y yo solo podía tratar
de asimilar que ya habían pasado diez años, que había sobrevivido por diez
años, al peor año de mi vida.

Ahora viene
cuando dices “¿Cómo que el peor año de tu vida si ese año sacaste Stacion?” Y
yo os diré; bueno, es que ese año fue muy largo. Venía de pasar primero de
Bachillerato muy justa, no tenía incentivos para seguir estudiando y psicológicamente
estaba destrozada. Siempre había tenido problemas psicológicos, serios
problemas psicológicos, pero por ese entonces ya no había nada que se pudiera
hacer por mí.

Y, aun así, aquí
sigo hoy.

Sobre Stacion;
su creación se debió a un cúmulo de circunstancias muy negativas, sí, ironías
de la vida, siempre se me ha dado bien resolver desastres, incluso cuando lo
hago en arrebatos. Fue gracias a Auryn, a bromas y a dos hermanos de los que
nunca volví a saber nada.

Esa radio
amarilla me permitió aprender, crecer, estar muerta en vida y seguir siendo
productiva, y constatar que el mundo del lujo no encaja conmigo, aunque mi entorno
siempre me haya llevado a eso.

Lecciones
importantes: llegar a la cima es difícil, mantenerse lo es aún más, cuanto más
arriba estas más te intentan tirar y cosas de las que eres la victima te hacen
acabar con tu carrera y tu salud mental.

Lo bueno de
todo aquello fue que me hizo ganarme un nombre dentro del mundillo que luego me
permitió seguir trabajando. Lo malo: nadie tenía conciencia social en redes sociales
por aquél entonces. Aunque no sé si creer que si aquello me hubiera pasado
ahora (bueno, con los conocimientos que tengo ahora te digo yo que las cosas
hubieran terminado tremendamente distintas), la gente no hubiera respondido
igual que entonces. Porque cuando fui víctima de, mínimo, dos delitos, las
redes decidieron ponerse de lado de mis agresores, y eso y solo eso, hizo que
se terminase Stacion Musical.

Sí, fue tan simple
como caer por el agujero de Alicia para no querer saber nada del mundo y que
una parte de mí muriera; esa fue la segunda vez, todavía debía pasar un par de
veces más para entender la persona que soy hoy en día.

Cualquiera que
me conociera en aquella época y se tomase un café conmigo ahora, se daría cuenta;
¿sabes cómo lo sé? Porque este año me encontré con Carol, una gran amiga de esa
época, y me reconoció que yo ya no era esa chica.

Pero antes de
todo eso, hubieron cosas geniales: entrevisté a muchísimas personas que
luchaban por triunfar en el mundo de la música; fui a festivales, conciertos y
programas de radio y televisión, viajé a Madrid en dos ocasiones, hice mis
propios conciertos y premios, y todo eso sin apoyo logístico ni personal, yo
sola, locura que se me ocurría, locura que hacía, llamaba a diario a sitios para
preguntar, enviaba mails, tiraba de contactos…en resumen, le metía un morro a
la vida que a día de hoy me pregunto por qué ese espíritu adolescente se me ha
ido perdiendo con los años. Supongo que es cosa de hacerte adulto y empezar a
preocuparte por tu futuro.

Entre otras
personas por la radio pasaron artistas como Sweet California, Xuso Jones, Maverick
—antes de La Voz y todo eso— The Bucins —Marina ahora es productora
musical y manager en México, es flipante—, Bromas Aparte —Aunque ellos nunca lo
dijeran y parecía que solo les había descubierto Tony Aguilar—, Danny Leiva —a
quién llegué a querer muchísimo— mi querido amigo argentino Mike Zubi, y tantos
más. (Si, es triste, pero la mayoría nunca me dieron crédito por todo lo que
lograron gracias a mí, y, supongo que, por eso, una vez a posteriori de haber
cerrado la radio, le arruiné la posible carrera musical a una de mis agresoras).

También
hubo personalidades destacadas apoyando el proyecto: Tony Aguilar fue mi
padrino en toda esta etapa, y joder, no creo que haya muchos periodistas que
puedan decir que su padrino es Tony Aguilar. Es de las cosas más maravillosas
de esa etapa, yo luché mucho, pero soy consciente que sin el apoyo de este magnífico
comunicador y su influencia, me hubiera sido mucho más difícil llegar hasta
donde llegué, al menos por toda la parte eventos.

Las dos
mejores experiencias de toda esa etapa las viví en Madrid. Cuando te vas lejos
de casa a hacer cosas siempre tienes miedo; que si no va a venir ni Peter, que
qué hago yo si no se venden entradas, que quién va a querer pagar por ver unos
premios de una radio online de mierda… Por eso os digo, profesionalmente me iba
de la hostia, pero en lo personal yo me consideraba menos que la nada, teniendo
oyentes en la mitad de América Latina. La primera vez que fui a Madrid, con Carol
precisamente, cogimos el AVE asustadas, había planeado alguna entrevista a algunos
artistas que vivían allí y poco más. Era Navidad y mi cumpleaños, a malas lo
celebraba haciendo turismo por ahí. Cuando llegamos a Atocha y vi a un grupo
como de diez o quince personas con carteles de Stacion, esperando, se me paró
el corazón, no lo entendía, no me lo merecía, yo no era nadie, no lloré, porque
yo por entonces no lloraba, pero hoy, con mi mierda de memoria, aún recuerdo
aquello con mucha claridad. Esa gente no se marchó de nuestro lado en toda
nuestra estancia. Fue hermoso.

La segunda
vez que fui a Madrid ya fue invitada por el Ayuntamiento de Fuenlabrada, que yo
entonces ni siquiera asimilé la importancia de aquello. El año anterior, el
primero, habíamos celebrado los premios en una sala enana de Barcelona y, solo un
año después, yo iba con alojamiento e invitación del ayuntamiento de una
localidad que no era la mía, con otra radio haciendo un streaming en
directo, que tuvieron toda la razón del mundo, no les di el suficiente crédito
entonces, y me disculpo por ello, fue un terrible error fruto de la
inexperiencia y los nervios, y, encima, las entradas de ese evento volaron. Aquello
sí que fue una verdadera locura juvenil, organizada con trabajo y corazón, de
la que no tengo más que buenos recuerdos.

Además, en
ese evento, también me entregaron el premio AM Records Award a la Mejor Radio
Online que votó la audiencia. Cada vez que he tenido altibajos en mi carrera,
he mirado ese premio en mi estantería y me he dicho “Si hiciste eso de la nada,
puedes hacer lo que te propongas poniéndole trabajo”. Gracias por darme ese premio.
Fue el primero de mi carrera y para mí valió un Ondas.

En resumen; Stacion Musical fue una etapa
que definiría como una montaña rusa de la que, llegado un punto, se perdió el
control, que me sirvió para entrar, aprender, cometer errores, llorar de pena y
alegría, conocer gente y dar el primer paso de mi carrera profesional.

Como no quiero alargarme más, lo voy a
dejar por aquí, pero si tenéis curiosidad o alguna pregunta de Stacion, os leo
y respondo en los comentarios o en otra entrada si hay mucho interés.

Un abrazo;

Marta

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