¿Por qué la gente intenta imponer sus ideas al resto?

No sé si cuanto más mayor me hago
menos tolero las cosas. La verdad era que quería volver suave y hablaros de
pelis y series que he visto durante estas vacaciones de invierno, pero la vida
siempre tiene sus planes y me ha cambiado la programación.

Creo que los artículos estos que
salieron en la prensa antes de las cenas de navidad hablando sobre qué temas
evitar durante las comidas y cenas fue de lo más útil del año. Parece mentira y
es gracioso, pero es cierto. Es muy común enzarzarse en todo tipo de
discusiones sobre diferentes aspectos de nuestra sociedad durante las reuniones
y, claro, con tanta gente, es común encontrar al menos dos personas capaces de
discutir acerca de cualquier cosa.

Lo divertido en mi caso es que no
ha pasado en navidades sino en mi vuelta al trabajo. No voy a dar datos sobre
el debate, porque no es lo importante. La clave de todo esto es que los seres
humanos tienden, en muchos casos, a intentar convencerte de que su punto de
vista es la verdad y eso es la mayor
estupidez del universo a no ser que tengas datos que respalden tu visión sobre
un tema y estés dispuesto o dispuesta a escuchar los datos y perspectiva de tu
interlocutor.

Lo único que no se puede discutir
en esta vida son los hechos, dos más dos suman cuatro y si restas dos te da
dos. Todo lo demás es discutible y, como tal, genera conflicto, unas cosas más
que otras, por eso hay gente que se expresa, otra que se calla y observa y otra
que llegado a un punto prefiere dejarlo. Las actitudes humanas ante el
conflicto son tan variadas como personas hay en el mundo y eso para los
sociólogos debe resultar de lo más interesante.

¿Habéis tenido algún problema de
este tipo durante las vacaciones? ¿Qué tipo de persona sois ante los
conflictos?