Los hombres son mucho mejores como amigos que las mujeres

abril 7, 2023 Marta Molins

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¡Hola a todos!

La tarde-noche del sábado pasado fue la típica donde te emborrachas y sale todo…solo que no bebí una gota de alcohol. Mi novio y mejor amigo me escuchó hablar de muchas cosas tristes y que culminaron conmigo dejando de seguir a la que se supone que es mi “mejor amiga” en Instagram.

Una chica que siempre ha vivido pegada a las redes sociales, concretamente a Instagram, y a la que el 99% de las veces tengo que hablarle yo y, sinceramente, tras mantener con ella muchas veces la misma conversación, ya me he hartado. Nunca ningún hombre de mi entorno actual o pasado me ha dejado de hablar o se ha despreocupado de nuestra relación amistosa nunca jamás.

La verdad es que dolió llegar a una conclusión que ya sabía en mi fuero interno que era así.

Los chicos te escuchan; los chicos te dan buenos consejos; los chicos te acogen y te integran con una facilidad increíble. Siempre me he sentido bien con ellos. Ningún hombre me ha traicionado nunca versus solo una mujer que nunca me ha hecho nada del estilo.

Las mujeres que he conocido a lo largo de mi vida más tarde o más temprano les he tenido que dar segundas y terceras oportunidades y, a una en concreto, me hizo siete (7) traiciones. Ningún hombre me ha traicionado nunca. La única similitud entre ambos sexos a nivel de mis amistades a lo largo de los años ha sido que llegasen tarde cuando quedaba con él o ella.

He pensado muchas veces que la amistad entre hombres, entre mujeres o entre un hombre y una mujer eran como yo las vivía, diferentes, pero he descubierto que no. He aprendido que lo único que cuenta en cualquier relación son las personas que la forman y como son y se comportan entre ellas.

Siempre he sido una persona que ha estado en los momentos más duros de esa persona y de otras y a mí solo los hombres me han tenido sus abrazos, sus orejas y sus palabras en mis momentos de mayor necesidad. El hecho de poder hablar mejor con el ex de mi mejor amiga que con ella perse de muchas cosas importantes y ella, en lugar de decir la suya en la conversación, decidiera abandonar la habitación y él tuviera que ir a por ella y acabar nuestra conversación, pues ya muestra mucho mi tipo de relación con los hombres y con otras mujeres.

Es triste, hasta cierto punto, pero supongo que mi adolescencia ha muerto y la parte madura sigue creciendo y creciendo y aislándose de la toxicidad de la mayoría de mis amistades anteriores hacen que lo único que quiero hacer ahora en mi madurez es cultivar las nuevas relaciones de amistar y seguir creciendo y evolucionando sin perder mi antigua esencia como si hice entre los diecisiete y los veinticinco.

Hasta la semana que viene.

Marta