El proceso de esperar
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¡Hola a todos!
Esta semana espero noticias.
También espero que cuando leáis esto ya las tenga. Pueden ser buenas o malas,
pero a este punto de la película eso ya es lo de menos.
Imagino que cada quien tiene su
proceso, pero, para mí, una impaciente nata, esperar es un reto. Un mail, una
llamada, una fecha…da igual, siempre me pongo igual, aunque últimamente he
conseguido mantener esa sensación bastante a raya y dejar de hacerme tantas
ilusiones en cosas en las que no tengo ni voz ni voto.
Si me seguís en redes, imagino que
acabaré contando el resultado de esto cuando lo sepa, mientras viviré en la
incertidumbre. No miento si os digo que me intento distraer hasta con una mosca
volando si es posible. Ahora mismo estoy esperando dos cosas distintas; una es
un paquete –escribí ayer a la empresa y me han dicho que lo recibiría entre
finales de este mes-; al menos eso está resuelto. La otra es intangible,
relativamente importante para mi futuro y sobre la que, me han asegurado,
recibiré contestación esta semana.
En realidad, esperar siempre pone
nerviosa a la gente, no se puede evitar (o al menos yo no puedo) y por ello
quería reflexionar y llegar a la conclusión de que ese nerviosismo es algo que
todos los seres humanos compartimos.
¿Tienes algún truco para hacer la
espera más llevadera?
Hasta la semana que viene.
Marta
